lunes, 23 de mayo de 2011

¡FELIZ DÍA!


FOTO: Oscar González Leija
Hoy hace 82 años que se instituyó el día del estudiante. En 1929 fueron las elecciones para Presidente de la República, en las que los principales contendientes fueron José Vasconcelos y Pascual Ortiz Rubio; el primero había sido cercano colaborador de Francisco I. Madero en su lucha contra Porfirio Diaz; destacado universitario que junto con Antonio Caso, Alfonso Reyes, Julio Torri, Pedro Enríquez Ureña y otros formaron el Ateneo de la Juventud o Generación de 1910, y quienes a su vez fueron maestros de los Siete Sabios de la Universidad: Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, Teófilo Olea y Leyva, Alberto Vázquez del Mercado y Jesús Moreno Vaca (quien murió siendo estudiante, por lo que en su lugar se menciona a Narciso Bassols y Daniel Cosio Villegas.
Vasconcelos fue antes de su candidatura presidencial, el primer Secretario de Educación Pública en México, desde donde emprendió una cruzada cultural en el país, con la edición y amplia difusión de Cuadernos Mexicanos, que hasta la fecha no ha sido superada; fue también rector de la entonces Universidad Nacional de México, y autor de su lema “Por mi Raza hablará el Espíritu”; y llamado Maestro de América.
Por lo que con ese bagaje intelectual, las clases pensantes y un amplio sector social de México, tuvieron fe en que Vasconcelos ganara las elecciones presidenciales del 29, que resultaron sumamente reñidas y teñidas de sangre, encarcelamientos, toda clase de represiones a los vasconcelistas; ya que se estaba enfrentando al sistema político postrevolucionario creado por el caudillo de la Revolución, Álvaro Obregón, y que el 4 de marzo de ese año el jefe máximo de la misma, Plutarco Elías Calles, consolidó con la fundación del Partido Nacional Revolucionario, después Partido de la Revolución Mexicana, con Lázaro Cárdenas, y posteriormente Partido Revolucionario Institucional, con Miguel Alemán Valdés.
Pero como Vasconcelos era un “peligro” para el sistema, por su mística revolucionaria y grandes valores culturales, Calles le robó la presidencia y se la dio a su pelele Pascual Ortiz Rubio, a quien se le conoce como el “Nopalito”; lo que enardeció a gran parte de México; y en cuya efervescencia social y política se da la lucha estudiantil y de maestros por la autonomía universitaria.
En esa lucha por la autonomía de la Universidad Nacional de México, el estudiante de la misma, Martín del Campo, cayó muerto por las balas de la policía capitalina, precisamente el día 23 de mayo de 1929; la que fructificó en el mes de julio de de ese mismo año, con el decreto del Presidente Emilio Portes Gil, que reconoció la autonomía; con lo que el poder tras el trono: Plutarco Elías Calles, pretendió así reivindicarse con el pueblo de México, después de haberle hecho fraude electoral a José Vasconcelos.

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