El futuro no es el lugar hacia donde nos dirigimos. Es el lugar que estamos construyendo y que dependerá de lo que hagamos en el presente. Por eso, la mejor manera de preveer el futuro es crearlo. Aquellos que construyen su propio futuro, construyen también el de los otros. La capacidad de emprender en propio futuro se está volviendo una cuestión de sobrevivencia. Administrar su futuro es administrar información. El futuro no se trata más sobre tecnología. Es sobre información procesada como conocimiento. Si la historia testimonió la triste división entre naciones ricas y pobres, el futuro puede reservarnos la separación entre los que saben y los que no saben.
viernes, 3 de septiembre de 2010
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