SOMOS PADRES

- El profesor es también una fuente de ser “padre” que va formando el concepto y la vivencia que el futuro hombre tenga.
- Sobre el maestro recaen: identificaciones - proyecciones - idealizaciones - odios… También se activan mitos.
- El profesor es una figura que tiene un “poder” y esto asusta al niño, pues hay una inscripción filogenética de “abuso” hacia el más débil y en especial del padre.
- El “desamor”, la “violencia física”, la “burla”, el “no reconocimiento”, son uno de los principales temores que un estudiante pasa. Son una posible repetición de lo que hacen sus padres con él o de lo que “ve” que se hace con otros niños.
- Otro temor es el miedo a la violencia del adulto en cualquier manifestación.
- El estudiante que aparentemente tiene miedo al “no saber” no es más que lo que encubre su miedo y terror a la violencia del adulto.
- Estamos en un mundo donde no se cuida “el alma de los niños”.
- Un mundo y unos profesores donde el uso de la represión es la única alternativa frente a impulsos que el mismo niño no sabe manejar.
- El profesor que es violento o poderoso, guarda en algún lugar de su alma a un niño abusado o maltratado, el cual por proceso inconsciente ve reflejado en el alumno y hostiliza tal como él lo padeció.
- Si no fue maltratado, al menos guarda secretamente impulsos hostiles que vio y aprendió cómo los adultos manejaban los propios: descargando contra el más débil.
- El maestro también tiene una instancia crítica, que puede ser buena o sumamente cruel y esto dependerá de las voces que formaron esta instancia basada en voces de sus padres y maestros y figuras de autoridad en general.
- El temor “a no saber” en el maestro, es más que nada el temor a perder el “poder”.
- El concepto de mal estudiante está ligado a teorías del aprendizaje y a objetivos competitivos que los colegios asumen para mantener una situación de aprobación y respeto.
- El alumno que saca malas notas, está evidenciando una dificultad -no siempre de aprendizaje- sino de vínculo con la escuela, la familia o el mismo hecho de “crecer y aprender”.
- Un niño aprende con método sí, pero principalmente con amor, capacidad de acompañarlo y de sintonizar con él. Muchos jóvenes aprenden cuando otro ser humano los “acompaña” ya sea con profesora particular o alguien a su lado. Pero si este alguien es un fiscalizador, al igual que el maestro, nada hemos avanzado.